“Leonardo Da Vinci rechazaba las relaciones sexuales”

“Leonardo Da Vinci rechazaba las relaciones sexuales”

¿Qué le pasa con Leonardo Da Vinci?

Que en noviembre del 2009 estuve ante su fresco de La Última , en Milán… ¡y me atrapó!

¿Qué le atrajo?

Las afeminadas facciones de los apóstoles. Quise saber cómo era el autor de esa obra.

Un pintor genial, es sabido.

Quise conocer al hombre detrás del genio.

¿Ya lo conoce?

Hijo ilegítimo, niño iletrado, joven disléxico, hombre bipolar y con déficit de atención.

Menudo comienzo.

Era hijo ilegítimo de un notario de Vinci y de su esclava árabe, Caterina: no fue a escuela.

¡Pero fue un sabio!

Con catorce años entró en el taller del escultor Verrocchio, y su curiosidad insaciable le empujó a observarlo todo, estudiarlo todo.

Por ejemplo…

Observó y comparó las turbulencias del agua fluyente y las ondas del cabello de las mujeres… Estudió cadáveres para ver los músculos y dibujar los miembros…

¿Lo define como pintor, o inventor, o naturalista, o…?

¡Polímata! Lo es quien ejerce múltiples disciplinas, y Leonardo dominaba catorce ramas del saber, ¡como tener catorce carreras! Lo que no le gustaba era esculpir.

¿Por qué no?

El escultor se mancha, y Leonardo era muy pulcro, atildado y presumido. Prefería la sutileza de los pinceles, pintar era más limpio.

¿Iba hecho un pincel?

¡Sí! Peinaba sus largos cabellos ondulados, cuidaba su barba y lucía una túnica rosa por encima de la rodilla cuando los demás hombres la vestían larga.

¿Leonardo en minifalda rosa?

Algo provocativo, sí. Todos los testimonios coetáneos coinciden en que era inmensamente atractivo, muy guapo, ¡un hombre bellísimo! Alto, armónico, atlético y fortísimo: con una sola mano doblaba una herradura.

¿Podemos verle en algún retrato?

Sí. Pero olvida su presunto Autorretrato en la Biblioteca de Turín: ahí dibuja a un octogenario, y él murió con 67 años.

¿Entonces?

Tampoco le ves en su Hombre de Vitruvio: es el rostro de un amigo. Ni en ninguno de los de La Última ..

¿Entonces?

Podría ser el rostro de la Tavola lucana, en Nápoles. Y más el retrato que le hizo Francesco Melzi, su último discípulo y albacea.

¿Y dónde está hoy este retrato?

En la Biblioteca Real del castillo de Windsor.

¿Qué vemos en ese retrato?

El rostro de perfil de un hombre hermoso al filo de los sesenta años, barbado, de cabellos largos y ondulados, abstraído. ¡Qué rostro sereno! Qué armonía, qué seguridad, qué belleza… Para mí, es Leonardo Da Vinci.

¿Cómo era su sexualidad?

Era homosexual platónico. Un esteta que veneraba la belleza. Pero le repugnaban el coito, el sudor, las relaciones sexuales…

¿Y eso por qué?

“Prefiero que se extinga la humanidad a practicar el sexo”, escribió, por culpa de una vivencia de juventud que le llevó al celibato.

¿Qué le pasó?

Adolescente en el taller de Verrocchio, que le usó como modelo para su efébico David… le cayó una acusación de sodomía que le llevó a la cárcel de Florencia, traumatizándole.

¿Castigaban la homosexualidad en Florencia?

Con castración. En prisión debió de presenciar alguna. Y Leonardo se aterrorizó. Estuvo allí dos meses encarcelado. Tiene dibujos de penes cercenados… Y no descarto que le cayese tal castigo a él mismo.

Leonardo Da Vinci… ¿eunuco?

Fue casto desde los 24 años hasta su muerte. Le gustó un criado morisco, Salai, pero sin sexo. “La belleza aparece en la vida y permanece inmortal en el arte”, dijo. También Melzi, su último aprendiz, era guapísimo.

¿Es verdad que escribía especularmente, para ser leído mediante un espejo?

Sí, por estética. Era zurdo, escribiendo de derecha a izquierda evitaba mancharse.

¿Dice que era disléxico y bipolar?

Alteraba letras, porque aprendió solo. Tenía cambios de opinión bruscos: creyente-nihilista, antibelicista-inventor de armas, vegetariano-recetas carnívoras… Y déficit de atención: le costaba acabar lo que empezaba. Y mercenario: iba cambiando de amo.

¿Qué más quiere saber de ese hombre?

Colaboro en el proyecto de analizar su ADN, rastreando en códices sus huellas dactilares, saliva o pelos: podríamos desvelar así su rostro con hasta el 92% de precisión.

¿Cuál es el legado de Leonardo?

Que tú alcanzarás lo que sueñes. Su sueño era volar…

Si pudiese hablar con él, ¿qué le preguntaría?

Él dijo al morir: “Pido perdón a Dios y a los hombres por la pobre calidad de mi trabajo”. Yo sólo le diría: “Estate tranquilo, lo conseguimos: ¡volamos!”.

¿Leonardo ganaría Pasapalabra?

Presentaría mejor que yo, formularía las preguntas mejor que nadie, respondería bien a todo… y ganaría el rosco.

Fuente original: lavanguardia.com