Christian Gálvez: «Unas veces se gana y otras se aprende, pero que nunca se pierde»

Christian Gálvez: «Unas veces se gana y otras se aprende, pero que nunca se pierde»

Entrevista publicada en XL Semanal el 05/04/2015

XLSemanal. Lo veo suelto llamando Leo a don Leonardo, ¿ya son familia?

Christian Gálvez. Casi [ríe]. Es que el protagonista de estos libros es el pequeño Da Vinci, que se mete en mil aventuras. Eso de «la letra con sangre entra» ha quedado muy antiguo. Con una sonrisa entra todo mucho mejor.

XL. Cuenta que Leonardo era disléxico, bipolar, iletrado, hijo ilegítimo, que tenía déficit de atención… Vamos, un niño con todas las virtudes de este siglo; solo le faltó usar brackets…

C.G. [Ríe]. Brackets, no; pero casi inventa las lentillas. La pregunta hoy es: ¿los niños de este tiempo son genios y prototipos de hombres universales? ¿Era Leonardo el prototipo de hombre ideal?

XL. Su pasión por Leo le ha llevado a decir que inventó la nouvelle cuisine…

C.G. Es que es verdad; lo que pasa es que fue un gran fracaso. Sitúate en el siglo XV, cuando se comía a la brasa medio kilo de bistec… y aparece Leonardo con la deconstrucción de un huevo. ¡Imposible de entender!

XL. Ha dicho: «No sueñes tu vida, vive tus sueños». ¿Nos ha salido poeta?

C.G. No es cuestión de poesía, sino de que el mundo está lleno de gente que te dice: «No vas a poder, fracasarás…». Yo creo que unas veces se gana y otras se aprende, pero que nunca se pierde.

XL. Escritor y presentador de éxito, experto conferenciante sobre motivación y búsqueda de talento… ¿Pretende ser un hombre universal?

C.G. No soy del Renacimiento, pero me considero un espíritu renacentista: creo en la multidisciplina y en la polimatía.

XL. ¿Eh? ¡Me rindo!

C.G. Ser polímata supone tener gran capacidad de conocimientos y buscar la sincronía entre ellos.

XL. Se notan sus años en Pasapalabra… ¿Es un hombre con suerte?

C.G. No creo en la suerte, sino en el sacrificio y la perseverancia. La palabra suerte deja de lado otras del diccionario bastante importantes.

XL. Una vez dijo: «Cualquier día puedo dejar de ser el capricho de alguien». ¿Esto funciona así?

C.G. En la tele, todos somos juguetes y, a veces, de tanto jugar, uno se rompe o se cansan de ti y se encaprichan con otro. Visto así, si dejamos de ser el juguete de alguien, no lo pasaremos tan mal.

XL. ¿A qué político le diría hoy «tú sí que vales»?

C.G. ¡Uffff! A ninguno; pero, de momento, me llama la atención Albert Rivera; además, me parece un comunicador espectacular.

De la tierra y el mar«Unas nueces, un plátano y atún. Si estoy en casa, el atún lo tomo en un sándwich; fuera, lo pido en una pulguita. Para beber, siempre, café con leche desnatada».

 

Por Virginia Drake
Fotografía Javier Ocaña
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