18 Ene El «código Da Vinci» que apareció en Madrid tras 150 años perdido (vía ABC)
Aquí tienes la azarosa historia de los Códices Madrid I y II de Leonardo que, entre otras curiosidades, están escritos al revés.
Texto de A. Delgado:
Permanecieron extraviados durante 150 años y son dos de las mejores obras del genio Leonardo de Vinci. Llegaron a España gracias a Pompeo Leoni, escultor de Felipe II y, tras una azarosa vida, cayeron en el olvido después de pasar por manos tan ilustres como las de Juan de Espina, amigo íntimo de Francisco de Quevedo. En 1712, los manuscritos fueron custodiados en la Biblioteca Real para ser protegidos de los intereses que empezó a suscitar, incluso fuera de nuestras fronteras. Según los historiadores, Carlos, el príncipe de Gales y Duque de York, quiso comprárselo a Espina en 1623. Este decidió entregárselos a Felipe IV y pasaron a formar parte de los fondos de la Biblioteca de la Torre Alta del Álcazar de Madrid. Pero, si era tan codiciado, ¿cómo llegó a perder Madrid este tesoro?
Expertos como Juan Martín Abad, antiguo jefe del Servicio de Manuscritos e Incunables de la Biblioteca Nacional, han asegurado que el extravío se produjo por culpa de las numerosas mundanzas de la colección real. Además, de por una signatura incorrecta que hizo que se encuadernara equivocadamente junto a otro libro del siglo XV pasando inadvertido entre los millones de volúmenes de la Biblioteca Nacional.
Un error que fue descubierto en 1964 por un estudioso americano y que devolvió a Madrid esta joya de Leonardo. Tras el hallazgo recibieron el nombre de «Códice Madrid I» y «Códice Madrid II». El primero, fechado entre el 1 de enero de 1493 y el 28 de septiembre de 1497, es un tratado sobre estática y la mecánica en el que se encuentra un dispositivo que perfeccionó el mecanismo de los relojes, entre otros muchos «inventos». En cuanto al segundo –datado entre 1503 y 1505– es un inventario de lo que fuera la biblioteca personal del creador de «La Gioconda».
Entre las curiosidades de estos preciados códices está que están escritos de derecha a izquierda. «Como es sabido, Leonardo practicó un tipo de escritura peculiar por su trazado de derecha a izquierda. Creo que en el fondo de este uso hay que ver una manifestación más de su afán por solucionar problemas. Para un zurdo resulta más práctica esta orientación de la cadena gráfica», explica Elisa Ruiz García, experta en paleografía.