10 May En busca de ADN para reconstruir el genio de Leonardo da Vinci
Expertos de varias disciplinas académicas se han unido para conseguir una nueva visión de la figura de Leonardo da Vinci con tecnologías modernas, incluyendo la ciencia del ADN.
El Proyecto Leonardo busca varias conexiones físicas posibles con Leonardo, por ejemplo, en el suelo de una antigua iglesia italiana con el fin de corroborar una investigación exhaustiva para determinar la probable ubicación de la tumba de su padre y otros familiares.
Un académico colaborador también ha anunciado recientemente el trazado exitoso de ADN de varios posibles parientes de Leonardo que viven en la actualidad en Italia.
Si se conceden las autorizaciones necesarias, el Proyecto comparará el ADN de los familiares de Leonardo pasados y presentes con restos físicos — pelo, huesos, huellas dactilares y células de la piel– asociados con la figura renacentista cuya vida marcó el renacimiento de la civilización occidental.
Los objetivos del proyecto, motivos, métodos y trabajo hasta la fecha se detallan en un número especial de la revista ‘Human Evolution’, publicado coincidiendo con una reunión del grupo alojado en Florencia esta semana bajo el patrocinio de Eugenio Giani, presidente del Consejo Regional de la Toscana, Italia.
Nacido en Vinci, Italia, Leonardo murió en 1519, los 67 años, y fue enterrado en Amboise, al suroeste de París. Su imaginación creativa previó y describió innovaciones cientos de años antes de su invención, como el helicóptero y el tanque blindado. Su legado artístico incluye la icónica Mona Lisa y la pintura de ‘La última cena’.
La idea detrás del Proyecto, fundado en 2014, ha inspirado y unido a antropólogos, historiadores del arte, genealogistas, microbiólogos y otros expertos de las principales universidades e institutos en Francia, Italia, España, Canadá y Estados Unidos, incluyendo especialistas del Instituto J. Craig Venter de California, Estados Unidos, que fue pionero en la secuenciación del genoma humano, y el Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada.
El trabajo se asemeja en complejidad a los últimos proyectos en marcha como la búsqueda exitosa de la tumba de Miguel de Cervantes y, en marzo de 2015, la identificación del rey de Inglaterra Ricardo III a partir de restos exhumados de debajo de un estacionamiento en Reino Unido, re-enterrado 500 años después de su muerte.
Al igual que Ricardo III, Leonardo nació en 1452 y fue enterrado en un entorno que se sometió a cambios en los años posteriores, de tal manera que la ubicación exacta de la tumba se perdió. Si el ADN y otros análisis producen una identificación definitiva, las técnicas convencionales e informatizadas pueden reconstruir la cara de Leonardo a partir de modelos del cráneo.
ENTENDER MEJOR SUS CAPACIDADES Y AGUDEZA VISUAL
Además de la apariencia física de Leonardo, potencialmente se podría descubrir información sobre su ascendencia y datos adicionales de su dieta, estado de salud, hábitos personales y lugares de residencia. Más allá de estas cuestiones, y la verificación de los «presuntos restos» de Leonardo en la capilla de Saint-Hubert en el castillo de Amboise, el proyecto quiere desarrollar un perfil genético lo suficientemente amplio para comprender mejor sus capacidades y agudeza visual, lo que podría proporcionar conocimientos en otros individuos con cualidades notables.
También puede hacer una contribución duradera al mundo del arte, en el que la falsificación es una industria multimillonaria, haciendo avances en técnicas para extraer y secuenciar el ADN de otras obras de siglos de arte y métodos asociados a la atribución.
El doctor Jesse Ausubel, vicepresidente de la Fundación Richard Lounsbery, patrocinadora de las reuniones del proyecto en 2015 y 2016: «Creo que todos en el equipo creen que Leonardo, que se dedicó a la promoción del arte y la ciencia, amante de los rompecabezas, y cuya diversidad de talentos e ideas sigue enriqueciendo la sociedad cinco siglos después de su muerte, daría la bienvenida a una iniciativa de este equipo. De hecho, probablemente desearía liderarla si estuviera vivo hoy».
En la revista, los miembros del equipo subrayan el enfoque muy conservador y con precauciones que debe realizarse en cada fase del proyecto, que apuntan que concluirá en 2019, con motivo del 500 aniversario de la muerte de Leonardo. Por ejemplo, un objetivo es comprobar si las huellas dactilares en pinturas, dibujos y cuadernos de Leonardo pueden producir ADN consistente con el extraído de los restos identificados.
A principios del año pasado, los colaboradores del proyecto del Instituto Internacional de Estudios de la Humanidad en Florencia abrieron conversaciones con el laboratorio de esa ciudad, donde la ‘Adoración de los Magos’ de Leonardo ha sido objeto de restauración durante casi dos años, para explorar la posibilidad de analizar el polvo de la pintura para trazar el ADN. Una cuestión crucial es si quedan restos de ADN o si las medidas de restauración y el paso del tiempo han borrado todas las pruebas de contacto de Leonardo.
Como preparación para este tipo de análisis, un equipo del Instituto J. Craig Venter y la Universidad de Florencia está examinando las pinturas de propiedad privada más antiguas que se cree que son de edad comparable para desarrollar y calibrar las técnicas de extracción y análisis del ADN. En la reunión de este año en Florencia, los investigadores también describieron un esfuerzo pionero para analizar el microbioma de una pintura que se piensa que tiene alrededor de cinco siglos de antigüedad.
Si un día se puede obtener ADN humano a partir de la obra de Leonardo y secuenciarlo, el material genético podría entonces compararse con la información genética de los restos óseos u otros que puedan ser exhumados en el futuro.
El resto de organizaciones que participan en el Proyecto Leonardo son el Instituto de Paleontología Humana, en París, Francia; el Laboratorio de Antropología Molecular y Paleogenética del Departamento de Biología, Universidad de Florencia, el ‘Museo Ideale Leonardo da Vinci’, en Vinci, Italia, y la Universidad Rockefeller, en Nueva York, Estados Unidos.
Brunetto Chiarelli, del Instituto Internacional de Estudios de la Humanidad y editor de ‘Human Evolution’, destaca este mensaje del documento de introducción del Proyecto: «La búsqueda de Leonardo se mantiene en el castillo de Amboise; los restos o huellas de los miembros de su familia en Florencia, Vinci, y Milán, y la búsqueda de rastros de su ADN en su obra está plagada de dificultad».
Fuente original: europapress.es